Definitivamente, en la noche es donde se despiertan las pasiones por curiosear e indagar en las ideas y posiciones que tiene cada ser humano con respecto a un tema determinado.
Es así, que junto a mi amiga Marion, nos pusimos a conversar acerca de las señales. Qué son, cómo se ven, cómo se distinguen de otra cosa en particular.
Yo creo en las señales –a diferencia de mi amigo Cristofer- pero también digo que no todas nos llevan a cosas positivas. Por ejemplo, Neki está acostumbrada a soñar con cosas que se vuelven realidad (no es algo muy divertido, puesto que quita la sorpresa, o te da angustia) y muchos de estos sueños tienen señales. Algún color en particular, alguna persona, una acción, lugar, aromas, incluso.
Hay personas que ven señales a diario. Marion me decía que a veces, no sabía distinguir entre una señal u obstáculo. Ahí le mencioné mi idea, de que las señales eran siempre buenas, porque de todas formas, nos avisaban que algo malo podría ocurrir. Mas el obstáculo, también se puede utilizar de forma correcta, puesto que podemos fortalecernos en esa estancia, y podremos aprender de ella.
Mencioné a mi amigo Cristofer. Él tiene ideas completamente distintas. Le pregunté acerca del amor, y también me dio su punto de vista. Si bien es cierto no compartí muchas de sus posturas, me enamoré de algo que dijo, a lo que le respondí:
Confieso entonces, que adoro la basura bonita...
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